
Salud mental y drogas

Aprovechando el día de la Salud Mental que se celebraba el pasado martes 10 de Octubre, desde Infoadicciones hemos querido aportar nuestras reflexiones al respecto.
Ya había profesionales que vaticinaban que la siguiente ola una vez hubiésemos superado la pandemia iba a tener más que ver con la salud mental que con las transmisiones de virus. No se equivocaban, Sin embargo, la pandemia aceleró procesos que ya llevaban tiempo urdiéndose.
Los procesos de desconexión social que conlleva la pérdida de redes comunitarias y el debilitamiento de las familiares, así como la constante amenaza de caer en las fuerzas centrífugas que expulsan personas desde el centro mismo de la vida normalizada a la exclusión social, con precios de la vivienda imposibles, con modelos de trabajo incompatibles con una conciliación familiar plena, o con la escasa expectativa de encontrar trabajo si eres joven, son extenuantes y ansiógenos.
Por otro lado, la carrera del éxito y la productividad como aspiración social (no faltan influencers o libros que recomiendan levantarse a las 5 de la mañana para poder realizar mayor número de actividades en un día) requieren de un estado vital acelerado. Claro que esto no es posible mantenerlo sin vías de escape, sin deshinibición.
No es de extrañar en este contexto que el patrón de consumo de sustancias homologado por la población mundial sea cafeina de lunes a viernes y alcohol los fines de semana. Tampoco es de extrañar, pandemia mediante, que el encierro y la distancia social hayan aumentado nuestras inseguridades y preocupaciones, y que hoy tengamos datos como que 25% de los jóvenes de 15 a 29 años consumieron psicofármacos en el último año (Barómetro Juvenil de Salud y Bienestar, 2021).
Así mismo, el aumento en el consumo de otras sustancias, no solo como forma de automedicación para combatir estados de ansiedad, sino como forma de relacionarnos con los demás, de poder mantener conversaciones sin ser interrumpidxs mentalmente por nuestras propias inseguridades, o, de manera contraria, quedarse en casa y tener menos ganas de contacto social.