‘No me mató la cocaína y casi me mata el tratamiento’. Ausencia de las perspectivas de género interseccional e interculturalidad en el acompañamiento a las drogodependencias

Publicado el 19 de septiembre de 2025 en Opinión

Opinión: Maider Moreno García

En los últimos años se vienen implementando en los servicios de acompañamiento -al menos a nivel teórico- lógicas que sobrepasan el asistencialismo y se centran más en la individualidad de las personas y su posición respecto a las principales variables de poder (ser hombre o mujer, ser parte del colectivo LGTBIQ+, la clase social de pertenencia, etc.). Esta transformación no puede entenderse sin la presión que han ejercido los movimientos feministas que han logrado que algunas de sus propuestas permeen en los espacios de cuidado, servicios sociales, etc.

A título de ejemplo, en 2019, llevé a cabo una investigación sobre la discriminación que padecen las mujeres migrantes en el espacio público en la Comunidad de Madrid (Proyecto Capaces) y al margen de acompañar los grupos focales de dichas mujeres, pude realizar numerosas entrevistas con trabajadoras sociales, psicólogas, agentes de igualdad, etc. Para mi sorpresa los conceptos de interculturalidad o interseccionalidad fueron, salvo en contadas excepciones, los grandes ausentes en los relatos sobre las herramientas, perspectivas de trabajo de las profesionales. Contrariamente, en el “Estudio para la mejora de la atención de las personas con problemas de adicciones de origen migrante desde una perspectiva de género” de 2025, las perspectivas interseccional e intercultural se encuentran mucho más instaladas en los discursos de las/os profesionales. Si bien a veces aparecen para ser enunciadas como una preocupación más que por su aplicación real, estas son al menos nombradas, lo que a mis ojos supone un avance.  

Mónica Jiménez es psicóloga y directora del centro terapéutico privado, Gen A, en Barcelona. En nuestra entrevista puso por delante su intención por crear un espacio que partiese de una perspectiva de género a la hora de trabajar y tratar las adicciones:

“Yo abro este recurso desde ser una mujer drogodependiente y tenerme que recuperar sin perspectiva de género en tratamientos súper masculinizados. Además, soy una mujer que pertenece al colectivo LGTBIQ+, sin que nadie tuviera dichosa idea de nada. Y a veces me miro y pienso, ‘coño, no me mató la cocaína y casi me mata el tratamiento’. Una historia de errores, tras errores (…). Entonces quiero hacer las cosas diferente incorporando una mirada interseccional.”. (Mónica, psicóloga y directora de un centro terapéutico, 19/03/2025).

Partiendo de su propia vivencia, Mónica pone en marcha una manera de abordar las adicciones que no encuentra en otros espacios (ni públicos, ni privados), siendo ahora un referente en este campo. Además, en su discurso traslada la inquietud por incluir una perspectiva no estandardizada de apoyo, centrada en la persona. Respecto a las personas migrantes que llegan a su clínica nos indica:

Es especialmente importante salir de una mirada europeísta porque hace que nos equivoquemos mucho para entender a las personas. Yo te diría que para mí la gran dificultad y el gran reto que tenemos cuando recibimos a personas migrantes es precisamente conseguir elaborar la sensación de pertenencia (…). Si no sienten que podemos entender o que podemos abordar lo que nos están contando con amabilidad y acogimiento, mostrando la duda y permitiendo que nos cuenten sus historias, en vez de ir corrigiéndolo todo, no pueden recuperarse, porque no les estamos diciendo nada que les pueda representar.” (Mónica, psicóloga y directora de un centro terapéutico, 19/03/2025).

Y termina añadiendo: “Las adicciones se acaban generando en un continuo de consumo que tiene que ver con la soledad. Las adiciones son muy solitarias. Para coser sobriedades tenemos que ir a la pertenencia, a lo colectivo (…). Este centro tiene muchos espacios privados individuales, pero tiene muchos grupos. Y como te decía, yo he visto sanar a muchas mujeres migradas gracias al grupo de mujeres.”. (Mónica, psicóloga y directora de un centro terapéutico, 19/03/2025).

De manera explícita Mónica aborda su trabajo desde una perspectiva de género y anticolonial subrayando la importancia de los saberes y creencias de quienes vienen a pedir un acompañamiento. Desde su mirada es necesario otorgar agencia a las personas y descartar, por lo tanto, un trabajo realizado desde el asistencialismo y el complejo de héroe o salvador/a. Otra cuestión interesante, es que señala que no es posible pero tampoco necesario, conocer el conjunto de culturas para poder llevar a cabo una intervención intercultural y desde una mirada interseccional, lo que se necesita es aparcar los a priori y prejuicios:

 “Es necesario partir de una posición muchísimo más humilde sobre el mundo, no porque mi visión sea ‘Cis, blanca, hetero o lo que sea’ que mi visión es más válida. Si no puedes tener esa mirada y te parece que eres tú [el/la profesional] quien tiene que decir a las personas cómo se tienen que relacionar, cómo explicar su historia, es imposible generar vínculo y lo que pasa es que se reproduce la negligencia y la violencia.” (Mónica, psicóloga y directora de un centro terapéutico, 19/03/2025).

Se necesita que esta visión sea compartida y ejecutada de forma sistemática en los espacios de acompañamiento de la red pública, en la que los recursos y programas referentes en este sentido siguen siendo minoritarios.