
¿Está normalizado el consumo de alcohol?

Si pones un pie en la calle a primera hora de la mañana es fácil encontrar señores en el bar desayunando carajillo, a medio día ya se ven las primeras cervezas en los descansos laborales de los operarios y, una vez finalizado el horario de oficina, se van formando grupos de hombres trajeados en bares y terrazas con su caña/copa en honor al afterwork. Por lo que la respuesta sería fácil: sí, el consumo de alcohol está normalizado.
Pero ahora propongo otro escenario: pones un pie en la calle a primera hora de la mañana y te encuentras con señoras en el bar desayunando carajillo, a medio día ves a operarias pidiendo tercios de cerveza en las terrazas y en las zonas de afterwork se forman distintos grupos de mujeres tomando copas un día laborable y bien entrada la tarde. Este escenario es más difícil de reconocer ¿verdad? por lo que a la pregunta de si está normalizado el consumo de alcohol, la respuesta es que depende de para quién.
Históricamente a las mujeres se nos ha negado el acceso al placer y aunque el mercado ha conseguido hacer de la masturbación femenina una fuente de lucro con la aparición del satisfyer, aquí el mismo perro sigue llevando la misma correa. Y es que si bien hemos sido capaces de conquistar el terreno laboral, todavía no hemos sido capaces de abandonar otros espacios que nos son propios. Claro que hay mujeres operarias, otras trabajando en oficinas y señoras mayores a las que les encanta el carajillo, pero todas ellas tienen un deber añadido: los cuidados. Tienen el deber (por oposición al placer) de estar sobrias para cuidar de ellas mismas y de los demás ¿Quién cuida de las criaturas si la madre está un martes a la salida de la oficina tomando copas? ¿Qué señora puede plancharle la ropa a su marido si está en el bar bebiendo carajillos? ¿Qué imagen proyecta una mujer que no se cuida? El consumo recreativo -que no moderado, el consumo que embriaga- de la mujer adulta se señala como patético, es por esto que el carajillo o la copita de vino después de trabajar la consumen en la intimidad del hogar y solas, como se hace todo aquello que nos avergüenza.
Las mujeres jóvenes tampoco están exentas de estos mandatos. En nuestro imaginario social asociamos el hedonismo a la juventud, pero en el caso de ellas, la búsqueda de placer asociada al alcohol tiene un precio que, si eres mujer y joven, has podido ver en muchas etiquetas : ¿Bebes en espacios de ocio nocturno? cuidado con tu copa, te pueden echar algo (un pequeño guiño sarcástico a todos esos medios de comunicación que noticiaban en 2022 decenas de pinchazos a mujeres en discotecas y de los cuales solo unos pocos fueron corroborados por organismos oficiales) ¿Te has levantado con un desconocido al lado? tienes que beber menos ¿Te han tocado el culo mientras bailabas? es que estás en una discoteca. Todas estas ideas operan de fondo cuando una mujer habita los espacios de ocio nocturno, advirtiéndole de que son lugares que debe evitar.
Por lo que no, el consumo de alcohol en mujeres sigue sin estar normalizado.