
Drogas y geopolítica. La Tercera Guerra del Opio

Fuente: El Confidencial
El gobierno de Estados Unidos ha acusado a China de facilitar la entrada de fentanilo en su territorio, una potente droga responsable de la muerte diaria de unos 200. De hecho, esta sustancia ya ha provocado más defunciones entre los estadounidenses que la guerra de Vietnam.
En junio pasado, el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a cuatro empresas chinas de producir y distribuir precursores químicos para la fabricación de esta droga. Para contextualizar, los precursores son sustancias que se utilizan para la fabricación de drogas, aunque tengan otros usos lícitos como, por ejemplo, la fabricación de cosméticos. Estas empresas, según las acusaciones, estaban bien informadas de sus fines ilícitos y hasta se publicitaban directamente a fabricantes en México y Estados Unidos.
La tensión aumenta a medida que algunos sugieren que China podría estar utilizando la crisis del fentanilo como una herramienta de presión geopolítica contra Estados Unidos. Esta supuesta “tercera guerra del opio”, como lo describe Jim Rauh de la asociación Familias contra el Fentanilo, refleja las consecuencias devastadoras de una batalla sin armas donde las víctimas aumentan día a día.
A esto se suma la complejidad del papel de México en esta crisis. Los cárteles mexicanos, reconociendo las ventajas económicas del fentanilo sobre otras drogas, han iniciado una lucha brutal por el control de los puertos principales a través de los cuales llegan los precursores químicos desde Asia.
Con una creciente presión sobre China para que tome medidas y el desafío en México que se intensifica, es fundamental que se busquen soluciones colaborativas para frenar esta epidemia. Pero lo cierto es que, según algunxs expertxs, China no tiene ningún incentivo para invertir recursos en bloquear una crisis que no afecta en su país. Además, a esto se suma el miedo a que las propuestas del partido republicano hace para frenar esta crisis en México que es militarizar el conflicto y entrar en una guerra abierta con los cárteles, con las consecuencias devastadoras que puede tener esto.
Por otro lado en Europa preocupa la acción de Los Talibanes contra los cultivos de opio en Afganistán, que se han quemado en su práctica totalidad y, el hecho de que la producción de heroína haya bajado, puede llevar a sus consumidores a utilizar opiáceos sintéticos -como el fentanilo- para cubrir el consumo.