Drogas y Conducción
Según el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) estadísticas recientes revelan que más de 25 000 personas mueren en las carreteras europeas cada año y se estima que no menos de una cuarta parte de estas muertes son causadas por conducir bajo los efectos del alcohol y otras drogas.
Hoy queremos hacer un breve resumen sobre los datos de las drogas más habituales que se han encontrado en conductores. Desde #infoadicciones tenemos como objetivo informar para ayudar y prevenir complicaciones relacionadas con las adicciones.
Alcohol y Conducción
El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe progresivamente las funciones cerebrales. Afecta a la capacidad de autocontrol y a las capacidades motoras y cognitivas.
La Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, ya aportó datos en su informe de el consumo de alcohol constituye posiblemente el factor de riesgo más importante de accidente de tráfico y de lesiones asociadas al mismo.
La probabilidad de fallecimiento es cinco veces mayor entre los conductores y peatones que presentan una alcoholemia superior a 0,5 g/l.
Las modificaciones en la velocidad de reacción, en la concentración, en la capacidad de percepción, en las respuestas psicomotoras, etc., dependen de los efectos de las sustancias consumidas (relacionados con la dosis, mecanismo de acción, consumo asociado de otras sustancias, etc.). El efecto del consumo de estas sustancias sobre la conducción es muy negativo, incrementando significativamente el riesgo de sufrir un accidente.
Cannabis y conducción
El Cannabis tiene efectos negativos en el desempeño cognitivo (relajación, somnolencia, sensación de lentitud para pensar y resolución de problemas), motor (dificultades de coordinación) y circulatorios (aumento del ritmo cardíaco y tensión arterial) entre otros, que pueden afectar a la conducción.
En un estudio del EMCDDA de 2018 se muestran datos de que el consumo de cannabis altera las capacidades relacionadas con la conducción en el contexto de un laboratorio, así como el desempeño en simuladores de conducción y en estudios de conducción en carretera (Compton, 2017b), sin embargo la relación entre estos cambios y los riesgos de accidente es incierta (Compton, 2017a).
Existen diferentes variables a tener en cuenta en este aspecto: tipo de consumo (esporádico o habitual), cantidad consumida y vía de administración.
El cannabis es la droga ilegal que más se detecta en los conductores que han sufrido lesiones o han fallecido en Norteamérica, Europa y Oceanía (EMCDDA, 2012). Aunque estudios demuestran que el hecho de que la presencia de THC en la sangre o la orina (medida unas horas después del accidente) no necesariamente signifique que el cannabis haya alterado al conductor en el momento del accidente (Beirness, 2017; Compton, 2017a).
Si quieres mantenerte al día de más noticias como esta, puedes suscribirte a nuestra NEWSLETTER.