Adicción conductual y trastorno del espectro autista: una revisión sistemática
Es cierto que la investigación sobre la adicción conductual en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) es limitada, pero algunos estudios han encontrado una mayor prevalencia de adicciones conductuales en individuos con TEA en comparación con la población general.
Un estudio de 2021 encontró que la adicción a los videojuegos era más común en adolescentes con TEA que en adolescentes sin TEA. Además, se han encontrado que los patrones de comportamiento restrictivos y repetitivos que son característicos del TEA pueden ser similares a los patrones de comportamiento que se observan en las adicciones conductuales. Por ejemplo, la necesidad de seguir una rutina y la dificultad para cambiar de actividad pueden ser similares a la necesidad de seguir jugando un juego en línea o la dificultad para dejar de jugar.
El estudio que os traemos hoy tenía como objetivo investigar la presencia de adicción conductual entre individuos diagnosticados con trastorno del espectro autista.
Los resultados incluyeron 27 estudios que encontraron una correlación positiva (15 de importancia, 12 de importancia desconocida) entre una adicción conductual y TEA o rasgos autistas, 1 encontró una correlación negativa significativa, 3 no encontraron ninguna correlación.
Se necesitan más estudios para entender mejor la relación entre el TEA y las adicciones conductuales, y cómo se pueden abordar de manera efectiva en la práctica clínica. En la actualidad, el tratamiento de las adicciones conductuales generalmente involucra terapias cognitivo-conductuales y estrategias de modificación del comportamiento para ayudar a las personas a controlar sus impulsos y mejorar su funcionamiento diario.
Es importante tener en cuenta que la adicción conductual y el TEA son dos condiciones diferentes y no todas las personas con TEA desarrollarán una adicción conductual. Sin embargo, es importante que los profesionales de la salud estén atentos a la posibilidad de que las personas con TEA puedan ser más vulnerables a las adicciones conductuales y que se realicen más investigaciones sobre este tema.
Para ello se deberían tener protocolos específicos para atender a este perfil de pacientes en los centros de atención a las adicciones.