
Amor Romántico. Idealización

Amor Romántico. Idealización
En el proceso de socialización del amor intervienen múltiples “agencias socializadoras” que, consistente y redundantemente, ofrecen mensajes que indican qué expectativas deben generarse sobre el amor y las relaciones.
Se generalizan mitos y creencias, más o menos falsas, que inciden fuertemente en la socialización femenina, por lo que el amor, a diferencia de sus iguales varones más proyectados hacia el éxito social, será el eje vertebrador de su proyecto vital (Ferrer y Bosch, 2013)
“El patriarcado nos quiere a todas adictas al amor romántico, y quiere que le demos prioridad a nuestra necesidad de vivir el romance por encima incluso de nuestro bienestar y nuestra salud mental y emocional.”- Coral herrera
• Perpetúan y potencian los roles de feminidad y masculinidad
• “Mujer cuidadora” vs “hombre sin sentimientos”.
• Sus mensajes van constantemente dirigidos a perpetuar el orden establecido y la dominación de las mujeres.
• Normalizan la violencia en la pareja: “morir por amor” “morir de celos” “discusión pasional”.
• En muchas ocasiones estos mitos son sobre los que sobre se estructuran las relaciones de pareja, y el origen, mantenimiento y desarrollo de la violencia que en ella se ejerce.
“La percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud” 2015.
Uno de cada tres jóvenes considera inevitable o aceptable en algunas circunstancias como controlar los horarios de la pareja, decirle lo que puede hacer o no, evitar que vea a sus amistades o familiares
Más del 28 % de las adolescentes han sufrido control abusivo a través del móvil y hasta el 5% han sido objeto de las llamadas “pruebas de amor”, (como intercambiar fotos de carácter sexual), con el consiguiente riesgo de sufrir sexting, (difusión por la red sin consentimiento, con el daño a su intimidad y honor en la comunidad en la que se relacionan que ello supone).
Se siguen perpetuando toda una serie de mitos que rodean al amor y que son la base para consentir y justificar la violencia de género.
Cuando somos correspondidas, el amor es una de las experiencias más hermosas que podemos vivir en la vida. Si hay cuidados mutuos, respeto, honestidad, complicidad, comunicación, generosidad, compañerismo y solidaridad, y muchas ganas de disfrutar del amor, el amor es una vivencia llena de placer. Cuando podemos amar en libertad, el amor es una experiencia de liberación que nos permite disfrutar del sexo y de la vida, nos permite también ser nosotras mismas, conocernos mejor, trabajarnos por dentro, y crecer y potenciar nuestro desarrollo personal.
En definitiva, el amor es una especie de religión posmoderna colectiva que nos convierte en protagonistas de nuestra propia novela, que nos hace sentir especiales y que logra transportarnos a una dimensión sagrada, alejada de la gris cotidianidad de
nuestra vida. Nos sirve, de algún modo, como dispositivo para escapar de la realidad, una forma de evadirnos análoga a los deportes de riesgo, las drogas y la fiesta.
El amor de pareja sólo puede disfrutarse en condiciones de igualdad.