Tabaco

Descripción

El tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central. Uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva, y es la causa por la que su consumo produce dependencia.

Durante la combustión del tabaco se originan más de 4.000 productos tóxicos diferentes. Entre ellos, destacan por su especial peligrosidad y por las enfermedades a que pueden asociarse, los siguientes:

  • Alquitranes: responsables de los distintos tipos de cáncer.
  • Monóxido de carbono: favorece las enfermedades cardiovasculares.
  • Irritantes (fenoles, amoníacos, ácido cianhídrico): responsables de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
  • Nicotina: causa la dependencia del tabaco. Tiene una vida media aproximada de dos horas, pero a medida que disminuye su concentración en sangre, se incrementa el deseo de fumar.

Vía de administración

El tabaco se puede mascar, esnifar (rapé) o inhalar. Habitualmente, y hoy en día, el tabo se fuma en forma de cigarrillos, puros o en pipa.

Metabolismo

Tras haber entrado a los pulmones, la nicotina alcanza el torrente sanguíneo y llega al cerebro. Sus efectos duran entre 5 y 10 min. provocando una fase de estimulación del sistema nervioso central.

El monóxido de carbono se encuentra en el humo del tabaco, y pasa a la sangre a través de los pulmones.

La nicotina actúa sobre las áreas del cerebro que regulan las sensaciones placenteras, provocando la aparición de dependencia.

Efectos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa evitable de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes.

  • Efectos psicológicos: Facilita la concentración y por ello mejora los procesos de memorización, intensificándose la actitud de vigilancia.
  • Efectos físicos: Aumenta la frecuencia cardiaca, el ritmo respiratorio y la presión arterial.

El monóxido de carbono es el responsable del daño en el sistema vascular, por una parte, y de la disminución del transporte de oxígeno a los tejidos de nuestro organismo, por otra. Produce fatiga, tos y expectoración.

La nicotina actúa sobre el sistema cardiovascular aumentando la frecuencia cardiaca y la posibilidad de arritmias. Además, produce cambios en la viscosidad sanguínea y aumenta los niveles de triglicéridos y colesterol.

Al poco tiempo de empezar a consumirse se producen:

  • Arrugas prematuras en la zona del labio superior, alrededor de los ojos (patas de gallo), barbilla y mejillas, y coloración grisácea de la piel que constituye el llamado “rostro del fumador”.
  • Manchas en los dientes, infecciones y caries dentales.
  • Mal aliento y mal olor corporal por impregnación del olor del tabaco.
  • Manchas amarillentas en uñas y dedos.

Entre las enfermedades relacionadas con el tabaco destacan las siguientes:

  • Bronquitis crónica.
  • Enfisema pulmonar.
  • Cáncer de pulmón.
  • Hipertensión arterial.
  • Enfermedad coronaria (angina o infarto de miocardio).
  • Accidentes cerebrovasculares (trombosis, hemorragias o embolias).
  • Úlcera gastrointestinal y Gastritis crónica.
  • Cáncer de laringe.
  • Cáncer bucofaríngeo.
  • Cáncer renal o de vías urinarias.
  • Impotencia sexual en el varón.

Consumo en mujeres

  • El cáncer de pulmón en mujeres está aumentando de manera muy significativa, debido al incremento del consumo de tabaco entre la población femenina. En los últimos 10 años, la mortalidad por cáncer de pulmón en las mujeres ha aumentado un 20%.
  • La probabilidad de padecer un infarto se multiplica por 10 en las mujeres que fuman y utilizan anticonceptivos orales.
  • Entre las mujeres fumadoras, la menopausia se adelanta una media de entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado.
  • Aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.

Consumo en menores

Efectos a corto plazo en jóvenes

  • Aumento de catarros de repetición.
  • Aumento de la tos.
  • Disminución del rendimiento deportivo.
  • Pérdida de apetito.

Disminución de Riesgos y Reducción de Daños

La última encuesta EDADES apunta que el 67% de los fumadores se ha planteado dejar de fumar alguna vez y, de ellos, el 66% lo han intentado. Ahora bien, las estadísticas muestran que únicamente el 3%-4% de quienes intentan dejar de fumar sin ayuda lo consigue.

Según la estrategia contra el tabaquismo 2030 las intervenciones que se realizan para la diminución de riesgos y daños son:

Prevención. Campañas informativas y de sensibilización por parte del Ministerio de Sanitad y las Comunidades Autónomas como:

  • Mejorar y reforzar el cumplimiento de la legislación actual.
  • Ampliar espacios sin humo (especialmente aquellos frecuentados por jóvenes).
  • Subida de impuestos a productos combustibles y empaquetado genérico.
  • Impulsar y reforzar las campañas públicas de sensibilización especialmente dirigidas a jóvenes.

Abandono del hábito. Campañas de concienciación y apoyo con el objetivo de:

  • Mejorar programas de financiación de fármacos para dejar de fumar.
  • Apoyar programas conductuales combinados con farmacológicos (Bupropion y Vareniclina).

Reducción del Daño. Ofrecer a los fumadores alternativas sin combustión menos dañinas en aquellos casos en los que han fracasado sistemáticamente todos los intentos de cesación, tales como: vapeo o tabaco calentado.

Nuevas formas de consumo

La mejor manera para que los fumadores adultos reduzcan el riesgo de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, como el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y las enfermedades cardiovasculares, es dejar el tabaco y la nicotina por completo. Sin embargo, la evidencia ha demostrado que muchas personas no dejan de fumar.

Aproximadamente mil millones de personas continúan fumando y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que la cantidad de fumadores seguirá siendo alta en el futuro previsible.

La combustión del tabaco es lo más peligroso para el organismo ya que genera altos niveles de sustancias químicas nocivas.

Existen diferentes formas de productos que se usan sin combustión:

  • Tabaco calentado: calienta tabaco, utiliza tabaco real, nicotina natural, sin humo y sin ceniza.
  • Cigarrillos electrónicos: vaporiza líquido de nicotina, sin tabaco, nicotina agregada al líquido, sin humo y sin ceniza.
  • Snus: bolsa de tabaco uso oral, tabaco real, nicotina natural, sin humo y sin ceniza.
  • Bolsa de nicotina: bolsa para uso oral, sin tabaco, nicotina derivada del tabaco, sin humo y sin ceniza.

Documentos y enlaces de interés

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